Por el Sagradísimo Rostro: No Digas Más 'Contenido de Valor'


Por el Sagradísimo Rostro: No Digas Más 'Contenido de Valor'

Dando continuidad a mi artículo anterior: "¿Estamos perdiendo la garra?", en este post me gustaría exponer por qué considero que debemos dejar de repetir como loros "contenido de valor", "el contenido es el rey" y por qué considero que el contenido de valor no siempre es relevante y por otro lado, porque debemos priorizar el contenido relevante en vez de enfocarnos en el contenido de valor. Ya sé… parece un trabalenguas…

Primera razón: Muy fácil, estar repitiendo lo que todo el mundo dice muchas veces carece de sentido y de razón… especialmente si hacemos cosas que no obedecen a estas frases. Pero principalmente, soy detractora de estas frases porque carecen de autenticidad.

Segunda razón: El contenido de valor se refiere a información de alta calidad, casi siempre original y muchas veces profunda. Que logra captar la atención de una audiencia o a una comunidad. No obstante, el contenido relevante se caracteriza por llegar de forma significativa, puntual y adecuada a un usuario específico, con una necesidad específica y en el momento adecuado, proporcionando soluciones prácticas a problemas puntuales.

Es posible que un contenido de valor no sea relevante. Sin embargo, el contenido relevante casi siempre cumple con las características del contenido de valor.

Por último, el contenido de valor busca reforzar la autoridad y la credibilidad del creador por eso, tiene que ser profundo, diferenciado y de calidad, mientras que el contenido relevante está diseñado para ser accionable, para ser llevado a la práctica y satisfacer las necesidades inmediatas del usuario, permitiendo comprobar su veracidad. 

Con el contenido de valor, uno simplemente se queda con una información que resultó valiosa de leer, con el contenido relevante uno pudo llevar algo a la acción. Por eso digo que el contenido de valor se puede perder rápidamente en el mar de información mientras que el contenido relevante trasciende.

Para entenderlo mejor, permíteme poner un ejemplo: Juan, de 35 años, ha estado presentando problemas de salud. Mario, uno de sus mejores amigos, le dice que la solución es salir en grupo con Santiago en bicicleta, ya que desde que montan juntos, su salud ha mejorado notablemente. Juan se deja convencer y ellos le aconsejan qué bicicleta comprar. Sin embargo, Juan está confundido porque no entiende nada acerca de grupos, marcos, tijas, bielas, tallas, sillines, aerodinámica y otros términos que ellos utilizan. Entonces decide, entra en Google y buscar por su cuenta. Escribe en el buscador: 'tips para comprar bicicleta por primera vez' y encuentra 2 resultados:

Hace click en el segundo resultado que habla sobre las mejores bicicletas, está basado en la experiencia del mismísimo ganador del Tour de Francia, traducido al español y además contiene varios consejos sobre bicicletas de los últimos ganadores del tour. El contenido es de altísima calidad debido a la experiencia de sus fuentes y la contratación de un redactor experto en ciclismo, pero utiliza los mismos términos técnicos que utilizaban sus amigos y que solo quienes ya llevan años montando, comprenden. Entonces se sale y vuelve al buscador y esta vez hace click en el primer resultado.

El primer resultado está enfocado en términos de comodidad, como superar el miedo especialmente al salir a carretera, seguridad, consejos para vencer la pereza y desarrollar disciplina. En general, abarca todo lo relacionado con las incertidumbres de una persona va a hacer una inversión y que desea reducir el miedo, incrementar la seguridad y evitar adquirir un artículo que termine olvidado en el cuarto de los chécheres después de un mes de uso y además, incluyen consideraciones sobre la relación calidad-precio.

Conclusión: El segundo resultado al estar escrito por un grupo de profesionales expertos y con una profunda investigación, es un contenido de gran valor, sin embargo, no resultaba relevante para las necesidades específicas de Juan. Pero resultaba útil para que la marca o el medio que exponía el contenido se mostrará como experto y autoridad en ciclismo.

Así que, en el mejor de los casos, si estos dos tipos de contenido se combinan para ofrecer información de alta calidad que también es oportuna y aplicable, llevará a un doble objetivo: una mayor satisfacción del usuario y a largo plazo, al éxito de la estrategia de contenido, incrementando la autoridad, en otras palabras: la relevancia de su creador.

Ahora, está claro que esto es absolutamente aplicable en Marketing tanto de empresas como de personas, ahora bien: ¿CÓMO ES APLICABLE ESTO EN RECURSOS HUMANOS y en una estrategia de atracción de talento?

Lo desarrollaremos en próximas entradas...