La industria digital y creativa ha sido fundamental en mi desarrollo personal y profesional, ambas abrieron el camino a lo que soy y hago hoy en día. Admiro a quienes formamos parte de esta industria, porque hemos sido de las más adaptables, resilientes y perseverantes, algo que quedó claramente demostrado durante la pandemia. Ambas economías, tanto la digital como la creativa, son una fuente de crecimiento socioeconómico y generación de empleo, al tiempo que contribuyen a la inclusión social, la diversidad cultural y son un impulsor en la toma de decisiones de las personas. ¡Por eso las amo tanto y quiero compartir algo que ha estado rondando mi cabeza últimamente! ¿No les parece contradictorio que, a pesar de todo nuestro potencial, a veces nos quedemos rezagados en cuanto a ideas se refiere? Además, ¿no creen que deberíamos ser más selectivos y críticos con lo que consumimos y producimos? Últimamente he notado una alarmante superficialidad en muchas propuestas, así como un conformismo evidente en lo que consumimos los de la industria. Durante el fin de semana me encontré con un post en Linkedin que elogiaba un ejercicio de realtime de Bon Yurt como una idea destacada por su supuesto profundo conocimiento de los usuarios. -Nada personal con el usuario ni la marca aclaro y sin entrar en detalles técnicos-, pero sí me gustaría cuestionar nuestra tendencia a aplaudir todo y considerarlo como un gran entendimiento del cliente.
Por otro lado, quiero mencionar otro ejemplo más claro, que aunque 3.000% loable, tampoco considero que tenga un gran entendimiento del cliente detrás. Sin embargo, tiene la capacidad de emocionar corazones, evocando nostalgia y conexión emocional con los colombianos de al menos dos generaciones y es porque la historia detrás de esta campaña encontró un driver potente pero evidente y a partir de ahí contó una historia muy bien contada y además cuenta con una producción impecable.
Me refiero a la reciente campaña de Renault, perdón, de Renol, que curiosamente también ha explorado una intención similar a la de Bon Yourt. Sin embargo, a diferencia de un gran entendimiento, lo que han logrado es obtener una perspicacia directamente de los usuarios a lo largo de sus 54 años de historia. Está claro que, aunque surjan de la misma intención, no son equiparables, ya que uno se trata de aprovechar un momento de tendencia y el otro es una campaña planificada para refrescar la historia de una de las marcas más queridas y tradicionales. Pero vuelvo a mi punto inicial: ninguno de los dos es un gran entendimiento del cliente, porque un verdadero entendimiento del cliente implica adentrarse en lo más profundo y descubrir un tesoro escondido que nadie más hubiera podido ver, sino mediante una exhaustiva búsqueda y la conexión de diferentes puntos hasta llegar al origen de una cuestión.
Un verdadero entendimiento del cliente implica adentrarse en lo más profundo y descubrir un tesoro escondido que nadie más hubiera podido ver. Un insight real.
Paradójicamente, en un mundo que nos ofrece cada vez más herramientas para medir, recopilar datos y perfiles de consumidores, a veces nos conformamos con muy poco para desarrollar estrategias e ideas impactantes. Por otra parte, como consumidores de la industria, también nos conformamos con un valor muy limitado de lo que consumimos. Es curioso cómo repetimos constantemente frases como "contenido de valor", "el contenido es el rey" y “la data es la reina”, y bueno, las demás que ya conocemos y aún así seguimos produciendo contenido que no necesariamente obedece a estas frases. Cada vez que escucho a las personas repetir estas frases siento que todos yendo a la misma escuelita a memorizar y repetir. Por eso, al final, terminamos viendo las mismas frases publicadas una y otra vez: "muchos capos", "qué crack" porque ahora todos somos capos y crack (frases que ya perdieron su fuerza original por lo mismo)...
Es cierto, en la actualidad disponemos de una amplia gama de herramientas que nos ofrecen datos y métricas, pero a veces nos enfrentamos al dilema de no saber cuál utilizar. Sin embargo, el problema no solo radica en la elección de la herramienta adecuada, sino en la falta de ese deseo por encontrar ese tesoro escondido y, por otro lado, en el desarrollo de un pensamiento crítico que nos permita analizar de manera profunda y significativa la información que estas herramientas nos brindan. Es aún más preocupante cuando desconocemos cómo se obtienen esos números y qué significan realmente. En las pruebas técnicas que realizamos en Campus de Talento Digital®, cada vez es más frecuente la respuesta del tipo: "ese dato lo entrega la misma herramienta", sin comprender la verdadera naturaleza de los datos, si dependen de la interacción de los seguidores, la relevancia del contenido, el nivel de participación y otros factores relevantes. Simplemente nos encontramos ante un dato que debemos agregar al informe porque el cliente lo agregó a los KPIs y a una montaña de información sin sentido ni utilidad real.
Por otro lado, también creo que hay que volver a la calle, observar y escuchar a las personas, hacer encuestas reales y entrevistas a profundidad. No sé si sea la edad, pero a veces siento nostalgia por las buenas prácticas del pasado.
Finalmente, después de toda esta reflexión, también debo decir que por lo general mis reflexiones surgen del hecho de haberme encontrado en esa misma situación ya que yo también he estado en la necesidad de sacar algo rápido y sin mucho tiempo para profundizar. Por eso, creo firmemente en la importancia de hacer un llamado también a los clientes para detenernos un poco y tomar el tiempo necesario para dar el tiempo de buscar y encontrar esos tesoros escondidos.
Entiendo que todo avanza rápidamente y que debemos adaptarnos, pero es necesario reconocer que ya esta industria se ha adaptado de manera significativa. Como también hay que reconocer que las mejores ideas nacen de procesos que se toman su tiempo. ¿No es maravilloso cuando nos sumergimos profundamente en un problema, investigamos diversas soluciones y dejamos que las ideas florezcan a su ritmo? Ahí es cuando verdaderamente gozamos del proceso.
Al incluir investigación y explorar diferentes ángulos, nutrimos nuestro trabajo, logrando resultados más sólidos, creativos y - sí, eso que tanto buscamos - auténticamente efectivos.
Para terminar, ¿alguien recuerda alguna campaña publicitaria, lanzamiento o iniciativa reciente que realmente le haya tocado las fibras? Por favor, cuéntenme sobre algunas y ayúdenme a ver si tal vez estoy equivocada en esta percepción. ¡Gracias por leer y a sacar esa garra!
Pdta: Apenas terminé de escribir este artículo, me encontré con esta publicación que es otro ejemplo claro de lo que yo llamo detectar un insight a partir de la perspicacia de algo que es muy evidente y plasmarlo en una idea con garra. Es en estos casos en los que no se necesita ser un Sherlock Holmes de la data, sino que entra la parte cualitativa: la observación (vuelvo, al punto, como lo hizo Renault con Renol) para notar algo tan evidente y traducirlo en una iniciativa que golpea directo al corazón o en este caso al...
Pero como no todas las categorías ni todas las marcas tienen esos insights tan evidentes, en la mayoría sí toca estudiar a profundidad....