A muchas personas que me conocen por el mundo del marketing a veces les parece extraño verme hablando de temas de talento, y lo entiendo, el camino más fácil es quedarnos en la zona cómoda y con una sola perspectiva, pero el mundo de hoy nos exige abrirnos a nuevas oportunidades.
En la actualidad, sigo trabajando en marketing pero también me dedico a fusionar el marketing con la gestión de talento, ayudando a las empresas a desarrollar estrategias que integren ambos campos. La vida es un camino lleno de aprendizajes, y cada paso que damos tiene un propósito y en mi caso, ese propósito me ha traído a lo que hago ahora. La clave está en fluir con el cambio, adaptarnos a cada etapa y nunca dejar de prepararnos así nos quieran decir que el estudio hoy en día no es necesario.
Mi carrera comenzó en la producción digital, pasando por diversos roles, algunos con título en el cargo y otros sin él porque que en realidad eso nunca fue lo más importante para mí, por el contrario, mi interés se enfocó en aprender y crecer. De pronto, me vi fundando y dirigiendo agencias digitales y asesorando a empresas de todos los tamaños y sectores...
Fueron años llenos de retos en los que aprendí de investigación, estrategia, ventas, marketing, tecnología, finanzas, innovación, analítica y en general, muchas disciplinas y áreas. Pero, sobre todo, una experiencia laboral de dos décadas me llevó a entender que independientemente en lo que uno esté, todo se trata de las personas.
A los 30 años, estaba liderando a personas con 20 años de experiencia más que yo, gestionando equipos multigeneracionales y comprendiendo las motivaciones y desafíos de cada uno. Aprendí a integrar esa diversidad en una meta común y eso me preparó para lo que vendría.
Pero el verdadero punto de inflexión llegó cuando empecé a trabajar codo a codo con millennials y centennials. Vi de cerca su desmotivación, la alta rotación y cómo el trabajo no los llenaba. Fue entonces cuando empecé a cuestionar todo lo que había hecho hasta ese momento. Me dediqué a observar, aprender y escuchar, y descubrí algo clave: las estrategias de marketing que usaba para atraer, gestionar y fidelizar clientes también funcionaban para atraer, gestionar y fidelizar el talento. Así nació el "Viaje del Talento©", el método que desarrollo hoy en día, inspirado en las teorías de Jung y Joseph Campbell y que solía aplicar en marketing. Este enfoque reconoce que las nuevas generaciones buscan ser los héroes de su propia historia, encontrando propósito en cada paso que dan.
Me di cuenta entonces de que nada de lo que había pasado en mi vida, ni a nivel laboral ni personal, había ocurrido por casualidad, todo tenía un propósito. Hoy, me dedico a combinar estrategias de marketing y talento humano, ayudando a las empresas a fortalecer su adquisición y gestión de clientes, primero poniendo la mirada en el talento. Me enfoco en la perspectiva de las nuevas generaciones, que tiene total aplicación tanto en contextos de consumo como en entornos laborales.
No podemos seguir usando las mismas fórmulas del pasado. Los tiempos y las personas han cambiado, y esto representa una oportunidad de reinvención para todos. En este Día Mundial de la Adquisición de Talento, celebro mi propia reinvención y te invito a emprender la tuya. Si sientes esa inquietud, no la ignores.
Por ahí por los tiempos de la pandemia hacía compartido un contenido más táctico sobre esto (El Camino de la Reinvención), sin embargo, la de hoy es una visión aún más simplista.
La reinvención es un proceso continuo que requiere apertura, aprendizaje y adaptación. Comencé compartiendo mi historia, desde la producción digital hasta la gestión de talento, para demostrar que reinventarse va más allá de cambiar de rol. Es abrazar nuevas perspectivas y aplicar aprendizajes de manera innovadora. La clave para una reinvención efectiva radica en cuestionar el status quo y estar atentos a las oportunidades. Implica no solo adquirir nuevas habilidades, sino también integrar y aplicar experiencias previas de formas inesperadas.
Al integrar estrategias de marketing con la gestión del talento, he descubierto que la verdadera transformación ocurre cuando estamos dispuestos a superar nuestras certezas y explorar nuevas perspectivas, en lugar de aferrarnos a lo conocido y, sobre todo, a lo tradicional.
Reinventarse es un camino de autodescubrimiento y adaptación profunda. No se trata solo de cambiar aspectos superficiales, sino de alinear nuestro propósito con una comprensión más auténtica de quiénes somos.
La reinvención es una forma de revitalizar nuestras vidas y aportar al mundo con una perspectiva renovada. Las personas, las empresas y el planeta necesitan visiones transformadoras que desafíen los patrones preconcebidos. Solo así podemos aspirar a un futuro mejor.
Es importante aclarar que la reinvención no significa necesariamente salir de una empresa para emprender un nuevo camino. También se puede llevar a cabo dentro de la misma organización, por eso es tan importante que cada vez haya más empresas conscientes y que estén dispuestas a brindar espacios para ello. Sin embargo, aunque las empresas ofrezcan estas oportunidades, el factor más crucial es el deseo y la claridad que cada profesional tenga sobre lo que realmente quiere alcanzar.
A veces, estamos tan inmersos en la rutina que no vemos las respuestas que ya están a nuestro alcance. Pero desconectarnos por un momento y hacer algo tan básico como sentarnos y tomar lápiz y papel para revisar nuestro camino profesional, puede revelarnos más de lo que imaginamos. Escribir nos permite descubrir patrones y detalles que podrían marcar una nueva dirección...